miércoles, 25 de octubre de 2017

¿POR QUÉ TODAS LAS ESTOCADAS CAEN TRASERAS?

Ya saben que les escribimos desde Tarragona, o sea, desde el ojo del huracán. En estas semanas de zozobra y desasosiego no se nos ha ocurrido otra cosa que dedicarnos a reflexionar sobre por qué todas las estocadas, o casi todas, caen traseras hoy en día. Más que irresponsabilidad por nuestra parte es una manera terapéutica de huir de la agobiante y por momentos insoportable actualidad. 

Nos pasa lo que a Gregorio Corrochano. Lean esto que sigue porque lo compartimos de principio a fin:



'Histeria', 'rencor', ordinariez'... Parece escrito ayer, pero es de abril de 1936.

Vamos con las estocadas traseras. Si miramos el toro de forma longitudinal, las estocadas defectuosas serían, de delante a atrás: pescuecera, delantera, pasada, trasera y, en los tiempos que corren, traserísima.

En las crónicas antiguas destacaban como defectuosa la estocada delantera. Hoy, la mayoría se van atrás a veces de manera escandalosa. Miguel Ángel Perera salió a hombros hace unos días en Madrid después de perpetrar un par de estocadas muy defectuosas por traseras y mal ejecutadas. Aquí tienen la primera:




En la segunda, Muñoz pegó un berrido de alegría en televisión al ver que la espada estaba enterrada. Fueron los otros comentaristas quienes le hicieron notar que la estocada había caído perpendicular y un poco atravesada, pero no dijeron nada de que estaba muy atrás como pueden comprobar aquí:




La clave para que las estocadas caigan traseras es llevar la mano alta ¿Se han fijado en la mano de Perera? El maestro de las estocadas traseras es El Juli. Este año coincidió con Pepe Luis en Aranjuez, quien le dio una lección primero con la muleta y luego con el estoque. Con la muleta, ya lo comentamos aquí en su día. Con el estoque, lo pueden comprobar a continuación. Pepe Luis arranca con la mano donde tiene que ser:



Y su estocada honda no cae trasera, lógicamente:



El Juli tapa la cara del toro con alevosía y vean dónde lleva la mano:



La espada se le va atrás, lógicamente:



Esta foto suya matando al de Cuvillo en Bilbao es célebre. La mano que clava debería venir del pecho y no del cielo. Ya ven que clava casi en el lomo:



Hay que perfilarse con la mano encima del corazón. El dibujo corresponde a El Gallo en Valencia el año 1914:



La moda que impuso Tomás Campuzano fue estirar el brazo para pegar la puñalada antes de llegar a jurisdicción. Si se alarga el brazo al perfilarse, se tiende indefectiblemente a levantarlo. Miren a Ginés Marín en Zaragoza el día que salió a hombros. Se perfila alargando el brazo:



Se arranca con el brazo horriblemente estirado y levantando la mano para clavar a capón:



Ya ven dónde ha ido la espada (se llevó el premio a la mejor estocada de la feria con la que dio a su segundo...):



Volvamos a tiempos heroicos para ver cómo se arrancaba 'El rey del acero':



Es Luis Freg en 1918, con el brazo recogido hasta el momento de clavar y manteniéndolo a la altura del corazón. De igual manera ejecuta la suerte ese mismo año José Flores Camará:



No es de extrañar que Manolete, gran estoqueador, ejecutara la suerte con tanta pureza. Vean dónde lleva la mano:



Y comprueben dónde ha caído la espada:



En crónicas antiguas se leía a veces esta censura: 'estocada delantera por llevar la mano baja'. Hoy eso es inconcebible porque ¿cuántas estocadas recuerdan delanteras esta temporada? ¿Y cuántas traseras?

Insistimos en que el vicio de origen es perfilarse mal. Ahí tienen a Garrido:



Y el vicio se consuma al llevar la mano alta. López Simón la pone por encima de la cabeza. Aquí lo tienen el pasado otoño en Madrid:




Además, mata a la carrera cuando es una suerte que hay que realizar lo más lentamente posible, arrastrando los pies como hemos visto antes a Freg o a Manolete. Aquí tienen a López en san Isidro de este año matando uno de Victoriano del Río. Más de lo mismo y estocada trasera:




Manzanares, que es mucho mejor recibiendo que al volapié, cuando se arranca lo hace con el brazo alargado para clavar antes de llegar a jurisdicción y también se le va la espada trasera. Observen en la imagen que ha dado casi media estocada ¡y aún no ha llegado al toro!



Comprueben la diferencia con el sestaotarra Fortuna, uno de los mejores estoqueadores de todos los tiempos:



Vicente Pastor dejaba buenas estocadas llevando el brazo siempre recogido y a la altura del corazón aunque pegando un salto que comentábamos hace unos años aquí:



Lo de Cayetano al matar no tiene nombre, ya lo hemos dicho en nuestro blog más de una vez (pulsen aquí). Estocada en el lomo, a la carrera y sin cruzar:



Entre nuestras queridas figuras, hay dos que no se alivian tanto como los demás y que clavan trasero mucho menos de lo habitual. Roca Rey no suele estirar el brazo ni clava a capón. Tampoco tapa la cara del toro girando el estaquillador:




Talavante, lo mismo. Aquí mata notablemente este jabonero de Cuvillo en san Isidro. Se arranca sin alargar el brazo y manteniéndolo a la altura correcta:



Como era de esperar, la espada se podrá ir desprendida, caída, baja  o contraria pero es casi imposible que se vaya trasera. Ahí la tienen:



De hecho, en las estampas antiguas como ésta de 1865 jamás se ven esos brazos estirados tan escandalosos:



Que conste que Gallito se aliviaba en muchas ocasiones al entrar a matar. Vean cómo lleva el brazo en Valencia dispuesto a 'hacer el arco iris', como le criticaban:



Y fíjense dónde está la espada en este otro que mató esa misma tarde:



En nuestros días, cuando Pepe Moral ejecuta bien la suerte, no se le va trasera la espada:




Todo lo contrario que Ureña, ahí lo tienen con la mano alta dispuesto a pegar su puñalada bien atrás:



Creemos que está claro ¿no? El problema es que estamos viendo a los novilleros matar copiando todos los vicios que hemos comentado y sus estocadas se van igualmente traseras como no puede ser de otra manera.

En la forma de torear podremos discutir que si los tiempos han cambiado, que si el toro no es el mismo de antes, que si hay que rematar aquí o allá, que si se adelanta la pierna, que si el toreo de perfil... Pero en la estocada no hay discusión que valga. Es lo mismo desde hace doscientos años: un toro parado y un hombre delante armado con un estoque y con un trapo. No hay más.

A partir de aquí, las cosas se pueden hacer bien o mal. Bien significa asumir más riesgo. Es lo que explicábamos aquí y también aquí. Mal significa aliviarse y dar gato por liebre al aficionado. 

Como lo que importa hoy en día es enterrar la espada para que Emilio Muñoz pegue su grito de alegría en televisión ¿para qué vas a arriesgar haciendo las cosas bien si nadie le va a dar importancia?

Un poco triste ¿no creen?

Saludos cordiales desdeTarragona. Rafa.


Gran estocada del novillero bilbaíno José Agüero.
Su hermano Martín le enseñó a matar así. Es abril de 1930.






viernes, 20 de octubre de 2017

PINTAS DEL TORO DE LIDIA (5): LOS TOROS NEGROS NO SON TODOS IGUALES

'Lo negro es lo más bravo'. Es lo que se empezó a decir a principios de siglo. Gallito era un ferviente seguidor de esta afirmación. No en vano, la mayoría de los toros que mató eran de Murube y allí el 95% sale negro.

La frase viene de cuando se fue imponiendo el toro que venía de Vistahermosa en las ramas de Ybarra y Murube, más adaptable al toreo moderno en el que la muleta iba comiendo terreno a la suerte de varas. Hoy en día, más del 75% de los toros de lidia son negros.



Este verano, algunos amigos lectores del blog nos comentaban que seguían con interés nuestra serie sobre pintas del toro de lidia, lo cual nos da renovados bríos para continuar insistiendo en un tema  apasionante. Dedicaremos la entrada precisamente a los toros negros para aclarar alguna confusión y para poder identificarlos perfectamente porque, en el fondo, no es tan difícil. Nos centraremos en el pelaje negro y dejaremos al margen cualquier tipo de accidental (luceros, listones, calceteros, girones...).

Como decimos en el titular, no todos los toros negros son iguales. Hay sólo tres variantes: negro azabache, negro mulato y negro mate. A ésta última, la más común, la podemos identificar diciendo 'negro' a secas (fíjense en que no hemos hablado de negro zaíno porque eso es otra cosa que dejamos para el final).

1. NEGRO AZABACHE. Es el negro más bonito, brillante, lustroso. Se caracteriza por que, cuando le toca el sol, brilla tanto que tiene reflejos azulados, una maravilla. Observen este negro azabache de Isaías y Tulio Vázquez:



Otra de las ganaderías donde salían estos negros brillantes era Guardiola. Aquí tienen a 'Zorzalito':



Lo mismo en Bohórquez, puro Murube:



O en éste del Marqués de Domecq:



El negro azabache es el menos habitual de los negros, no llega al 10% del total. En este toro de Gavira se vuelve a apreciar la tonalidad azulada:



2. NEGRO MATE. O, simplemente, negro. Es el toro negro sin ninguna cualidad destacable, de ahí lo de mate. Lo es este 'Castañero' de Prieto de la Cal:



También lo son muchos de Cuadri:



Este novillo del Marqués de Albaserrada presenta la pinta mate a que nos referimos, no tiene el brillo del azabache ni tampoco tonos parduzcos:


FOTO: Christophe Moratello

3. NEGRO MULATO. Es el negro que tiene una tonalidad parda o marronácea en el lomo. Se relaciona con el clima, especialmente cuando hace frío. Vean esa suave tonalidad en este negro mulato de Murube:



En éste de El Torero se aprecia mejor:



La denominación de 'mulato' viene del color pardo de las mulas. Ojo porque si ese color marrón del lomo es un poco más llamativo y está más extendido ya no es mulato sino lombardo, luego lo veremos. Hemos encontrado esta bonita foto de Vega Teixeira donde se aprecia claramente la diferencia. En primer término, un toro negro mate y a la derecha, uno negro mulato:



Se podría dar el caso de que un mismo toro cambiase de negro mate a negro mulato dependiendo de la estación del año.

Ya está. No hay más negros. No obstante, nos podemos encontrar con dos variantes que se escapan del negro. Son éstas:

- NEGRO ENTREPELADO: no es un negro propiamente dicho porque tiene el pelaje mezclado con pelos blancos. Los dos mejores toros que hemos visto este año de Victorino eran negros entrepelados. Éste es 'Platino', el de Ferrera en Sevilla:



Y éste, 'Bocacho', el segundo de Ureña en san Isidro, pésimamente lidiado pero, en conjunto, excelente a nuestro modesto entender:



Los negros entrepelados salen en ganaderías donde abundan los cárdenos. Aquí tienen dos negros entrepelados de Miura:



Hay que hilar muy fino porque si los pelos blancos menudean un poco más, nos vamos al cárdeno oscuro. Observen este negro entrepelado también de Miura que está en el límite:


FOTO: Diago

- NEGRO LOMBARDO. No tiene nada que ver con la bonita Lombardía italiana. El nombre es una derivación de 'lomipardo'. Para entendernos, hablamos de un negro mulato más marrón de lo normal. Vean este negro lombardo de Valdellán:



¿Se han fijado en que era también meano y rebarbo? O este contreras de Alberto Mateos:



Miura llevó hace un mes  a Béziers este negro lombardo:


FOTO: Diago

En el negro lombardo, la mancha marrón en el lomo es uniforme como en este ejemplar de Murteira:



Decimos esto para no confundirnos cuando la mancha esté formada por tiras ya que entonces será un negro chorreado en morcillo. Es el caso de éste de Antonio san Román:



O éste de Dolores Aguirre:



Igual que antes comentábamos que el entrepelado puede irse enseguida al cárdeno oscuro, el negro lombardo puede derivar en tostado. La diferencia creemos que está clara. Observen este pavo de Isaías y Tulio Vázquez porque es claramente tostado:



Y éste de Vega Teixeira no sería ni mulato ni lombardo sino también tostado:



Cuando el tostado se extiende tan uniformemente por todo el cuerpo que prácticamente desaparece el negro, estamos en el límite del retinto. Eso ya es otra cosa que queda fuera de las pintas negras. Aunque es posible que alguien nos lo discuta, para nosotros este toro de Sánchez Ibargüen sería retinto (por cierto, esta ganadería fue vendida hace tres años y se anuncia ahora como Peñas Blancas):



A los aficionados a las pintas del toro de lidia les habrá extrañado que no hayamos hablado hasta el final del negro zaíno. La palabra 'zaíno' quería decir en origen 'sin pelos blancos'. Por consiguiente, sería perfectamente correcto hablar de un 'castaño zaíno' o de un 'colorado zaíno'. Seguro que esto sorprenderá a más de un lector. Precisamente la palabra viene del árabe 'çayno', que se refería al caballo castaño sin pelos de otro color. 

Con el tiempo, lo de zaíno ha quedado circunscrito a los negros. Según lo dicho, negro zaíno sería el toro negro que no tiene pelos blancos. Algunos aficionados creen que zaíno es sinónimo de negro intenso, lo cual es un error. Vean este negro zaíno de Antonio san Román. Es negro mate, no es ni intenso, ni brillante, ni lustroso pero sí es zaíno:



El toro de Murube que salía en la primera foto de la entrada y el posterior de Prieto de la Cal son también zaínos. Por extensión, se califica de negros zaínos a los que no tienen pelos de otro color que no sea el negro. Si lo hacemos así, sería un error calificar como zaíno a un negro mulato o lombardo. En el caso de Cuadri, el error vendría de decir que es zaíno un negro listón. Pero tratadistas antiguos decían que zaíno era simplemente 'sin pelos blancos', con lo que podría decirse 'negro mulato zaíno', cosa que hoy esta descartada. 

Éste de Carlos Núñez sí es negro zaíno:



Algunos especialistas dicen que el negro mate o negro a secas puede denominarse negro zaíno, cosa con la que estamos en total desacuerdo. Piensen que un negro mate podría ser bragado y automáticamente dejaría de ser zaíno por lo que hemos explicado. Podríamos decir negro mate bragado o simplemente negro bragado pero nunca 'negro zaíno bragado', eso es un oxímoron.

Este toro de Murube nunca sería zaíno por esas mínimas bragas que se le ven:



En resumen, sólo hay tres tipos de negros: mate, azabache y mulato. Éste último puede derivar en lombardo, si se extiende la mancha pardusca, o en chorreado en morcillo si son tiras. El entrepelado tendría pelos blancos y el zaíno, ausencia total de ellos. 

No es tan difícil ¿no creen?

Si han llegado hasta aquí en su lectura, les agradecemos el esfuerzo y les pedimos disculpas por haberles mareado no poco.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.